¿De qué modo desarrollan sus principios éticos los hombres en una sociedad mercantil?

 

¿De qué modo desarrollan sus principios éticos los hombres en una sociedad mercantil?


Kohllberg creía que hay etapas cualitativamente distintas en la evolución de los modos típicos de razonamiento moral, y que la curiosidad por aprender es uno de los principales motores del desarrollo mental a lo largo de las distintas fases de la vida. Además, hay una idea fundamental tanto en la teoría de Kohlberg como en la de Piaget: el desarrollo del modo de pensar va de unos procesos mentales muy centrados en lo concreto y lo observable directamente hasta lo abstracto y más general.

Además, hay una idea fundamental tanto en la teoría de Kohlberg como en la de Piaget: el desarrollo del modo de pensar va de unos procesos mentales muy centrados en lo concreto y lo observable directamente hasta lo abstracto y más general.

Según Piaget, esto significa que, durante la infancia, tendemos a pensar solo en lo que podemos ver en el mundo real y gradualmente aprendemos a razonar sobre conceptos abstractos que no podemos experimentar directamente.

En el caso de Lawrence Kohlberg, esto significa que el grupo de personas a las que podemos desear el bien se va ampliando hasta el punto de incluir a personas a las que no hemos visto ni conocemos. El círculo ético se vuelve cada vez más amplio e incluyente. Sin embargo, lo que importa no es la expansión gradual de este, sino los cambios cualitativos que se producen en el desarrollo moral de una persona a medida que evoluciona.

En una sociedad mercantil, donde las transacciones económicas y el intercambio comercial son fundamentales, los individuos pueden desarrollar sus principios éticos de varias maneras:

Experiencia Personal y Social: 

Los individuos aprenden sobre ética a través de sus interacciones diarias en el mercado. Esto incluye cómo tratan a otros en transacciones comerciales, la honestidad en las negociaciones y la responsabilidad en el cumplimiento de acuerdos.

Modelos de Conducta: 

Observando a otros actuar éticamente (o no), las personas en una sociedad mercantil pueden aprender qué comportamientos son valorados y cuáles no. Por ejemplo, cómo las empresas manejan la responsabilidad social corporativa o cómo los consumidores eligen marcas éticamente responsables.

Educación Formal e Informal: 

La educación juega un papel crucial. En las escuelas, universidades y en la formación profesional, se pueden enseñar y discutir principios éticos aplicables al ámbito mercantil, como la ética empresarial, la responsabilidad financiera y la equidad en el comercio.

Presiones del Entorno:

En una sociedad mercantil, las presiones competitivas y económicas pueden influir en los principios éticos de las personas. Por ejemplo, la presión para maximizar las ganancias podría entrar en conflicto con principios éticos como la equidad o la sostenibilidad.

Reflexión y Crítica: 

Los individuos pueden desarrollar sus principios éticos al reflexionar críticamente sobre las prácticas y normas existentes en el ámbito mercantil. Esto puede llevar a cambios en el comportamiento personal o a la defensa de reformas éticas en el sistema económico.

Según Kohlberg, el desarrollo moral ocurre en etapas secuenciales, cada una construida sobre la anterior, reflejando un aumento en la complejidad del razonamiento moral. Estas etapas se dividen típicamente en tres niveles, cada uno con dos subetapas:

 Nivel Preconvencional:

Etapa 1 - Orientación hacia el castigo y la obediencia: En esta etapa, los individuos siguen las reglas y evitan el castigo. En el contexto mercantil, esto puede manifestarse en el cumplimiento de las leyes y normativas comerciales para evitar sanciones legales.

Etapa 2 - Orientación hacia el interés propio e instrumental: Aquí, las decisiones se toman en función de los beneficios personales. En una sociedad mercantil, podría traducirse en acciones que maximicen el beneficio personal sin considerar necesariamente las consecuencias éticas más amplias.

 Nivel Convencional:

Etapa 3 - Orientación hacia la aprobación social y mantenimiento de las normas: Los individuos buscan ser percibidos como buenos miembros de la sociedad y cumplir con las expectativas sociales. En un entorno mercantil, esto podría implicar seguir prácticas comerciales aceptadas y éticamente aceptables para mantener una buena reputación.

Etapa 4 - Orientación hacia la autoridad y el mantenimiento del orden social: Aquí, el respeto por la autoridad y el cumplimiento de las obligaciones y roles sociales son fundamentales. En el ámbito mercantil, esto podría incluir el cumplimiento de contratos y normativas regulatorias para mantener el orden y la estabilidad en el mercado.

 Nivel Postconvencional:

Etapa 5 - Orientación hacia el contrato social y los derechos individuales: Los individuos en esta etapa valoran los derechos individuales y el respeto por las leyes que protegen esos derechos. En una sociedad mercantil, esto podría incluir el apoyo a prácticas comerciales justas y equitativas que respeten los derechos de consumidores, empleados y otras partes interesadas.

Etapa 6 - Orientación hacia los principios éticos universales: En esta etapa más alta, los individuos desarrollan principios éticos abstractos que trascienden las normas y leyes sociales. En el contexto mercantil, esto podría implicar la defensa de principios como la justicia, la equidad y la responsabilidad social corporativa, incluso cuando estos principios van más allá de lo requerido por la ley.

En conclusión, la teoría de Kohlberg, los principios éticos en una sociedad mercantil se desarrollan a medida que los individuos avanzan a través de estas etapas de desarrollo moral. Este proceso implica un aumento en la complejidad del razonamiento moral y una mayor consideración de las implicaciones éticas en el ámbito comercial y económico.

El desarrollo de los principios morales humanos en la sociedad empresarial es un proceso continuo influenciado por muchos factores. Utilizando la teoría del desarrollo moral de Lawrence Kohlberg, podemos ver cómo los individuos se desarrollan desde un enfoque egocéntrico hacia uno que valora los principios morales universales. En la comunidad empresarial, este desarrollo es particularmente difícil debido a las presiones competitivas y las expectativas de éxito financiero. Pero con una base educativa sólida, experiencia personal y un entorno donde se valore la ética, los individuos pueden desarrollar principios que no sólo guíen su comportamiento personal y profesional, sino que también contribuyan al bien común y a una sociedad más justa e igualitaria.

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